La poeta, catedrática y blogger Sonia Luz Carrillo nos obsequia el siguiente análisis (los enlaces van por mi cuenta):

Jorge Nájar y la Amazonía en verso y prosa. A propósito de El árbol de Sodoma

Por Sonia Luz Carrillo

Cuando en 1999 presenté Formas del delirio, antología poética de Jorge Nájar, señalé la existencia de un conjunto de temas y variaciones en el que las constantes son el destierro, la infancia, el origen y la ajenidad; pero también la reflexión acerca del arte en general y la literatura en particular.

En esa oportunidad y luego, este año 2007 la lectura de Ahí donde brota la luz, permite constatar una poética que tiene como constante el estar de paso. Casi siempre se despide, añora o regresa. Formalmente, los poemas son generalmente narrativos, van dando cuenta de partidas, viajes, naufragios, referencias geográficas diversas pero donde, con frecuencia, están la añoranza y la persistente memoria del origen y la infancia. En ese sentido son significativos los títulos de algunos de los conjuntos de poemas. Por ejemplo, Malas maneras (en los que encontramos poemas como “Infancia”, “Aeropuerto de Pucallpa al atardecer” etc.), Patio de peregrinos, Temblando en las arenas de Lutecia, Finibus terrae o Mascarón de proa. En cada uno de sus libros la poética del destierro ha ido encontrando nuevos caminos.

En El árbol de Sodoma es interesante observar la persistencia de la función poética creando un mensaje con su propia realidad, que puede o no identificarse con la realidad empírica, pero donde el referente determinante de la visión de mundo, las relaciones entre los personajes y sus circunstancias se asienta en el espacio de la amazonía peruana.

La novela que coloca el énfasis en la función poética, plurisemántica del texto, coloca el énfasis en la exaltación de la prosa, así como la búsqueda de trascendencia del tema, sinfonía de historias paralelas, símbolos más allá del significado “real” en pos de una unidad, a la par con retratos especialmente trabajados. De otro lado, se manifiesta una especial atención por el plano sonoro, la sugerencia de las comparaciones, imágenes y metáforas y la sutileza de la adjetivación. Y esto es lo que se encuentra en muchos pasajes de la obra narrativa de Jorge. Ejemplo: “Por las calles corría el mes de junio, la llovizna y la bruma” (Casa embrujada).

En todo producto estético la relación con el entorno, con la vida y con los propios sentimientos y por supuesto la representación y autorepresentación a que da lugar está transida de elementos culturales y de época. El mundo emocional, los dolores y desánimos o los instantes iluminados por el amor o el placer siendo íntimos al ser objetivados ponen de manifiesto una serie de características que inscriben al individuo creador como hombre, mujer, con una determinada formación y fruto de una determinada circunstancia cultural e histórica. Todo esto se produce por la elección y combinación de los recursos lingüísticos.

Las señales de pertenencia a una comunidad imaginada, formada por la confluencia de lo diverso, aparecen nítidas, por ejemplo, cuando el narrador de El árbol de Sodoma, recrea las siguientes circunstancias:

“El auto en el que Ursula del Río se había embarcado pasó por delante del cementerio. Aquí yacen los que fuimos para nada, pensó. (…) Aquí en esta tierra, en este culo del mundo habían vivido y muerto sus abuelos. Sus antepasados habían bajado desde Moyabamba, aquella primera ciudad de la vertiente oriental de los Andes, en los albores del esplendor gomero, cuando Mayushín era apenas una aldea de cuatro cabañas, lugar en el que también vinieron a instalar sus vidas las familias judías que huían de algún espanto mediterráneo, los asiáticos escapados del tráfico de la mano de obra, andaluces y portugueses que anhelaban salir de la pobreza en la mansedumbre y la abulia de las poblaciones locales.”

“Naturaleza y diversidad antropológica” se lee en la contratapa de El árbol de Sodoma. Pienso que en la escritura de Nájar, asoma también de manera reiterada, el exilio, como ese espacio ideal para mejor observar la vida o lo vivido, una mirada que recrea circunstancias de enorme peso subjetivo a la vez que reflexión sobre el mundo objetivo.

Con El árbol de Sodoma Jorge ha conseguido novelar la amazonía en sus multifacéticos dimensiones donde no podía estar ausente la violencia y los desencuentros. Y lo hace como siempre, con solvencia de artista y desde una demostrada preocupación social y ética.


Recuerden que pueden adquirir El árbol de Sodoma de Jorge Nájar, en la Librería Virtual de El Gato Descalzo, escribiendo a cosasquemepasan@gmail.com

Costo: S/. 30.00 nuevos soles.

Precio válido para la ciudad de Lima (Perú), a otros destinos deben sumarse los gastos de envío.

Acerca de El gato descalzo

Cosas que (me) pasan, blog de El gato descalzo, apareció como vitrina cultural en 2005. Al cumplir 7 años, nació EDITA EL GATO DESCALZO, editorial independiente peruana que publica libros en físico y en digital. Pueden escribirnos a cosasquemepasan@gmail.com, visitar nuestra página en Facebook, www.facebook.com/editaelgatodescalzo y/o dejarnos un comentario.

Un comentario »

  1. […] textos sobre El árbol de Sodoma: Nota de presentación, Sonia Luz Carrillo, Rosina […]

  2. Adán Salinas Rodríguez dice:

    Por favor si alguien puede proporcionarme la dirección electrónica del poeta Jorge Nájar, soy uno de sus exalumnos de literatura.

    Gracias

  3. Adán Salinas Rodríguez dice:

    Por favor si alguien puede enviarme la dirección electrónica del poeta Jorge Najar.

    Gracias

    Adán Salinas

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